PRINCIPIOS PARA UNA ESCUELA INCLUSIVA
EN EL SIGLO XXI
Escrito por Pedro Navareño Pinadero
Inspector de Educación. Cáceres
Consejería de Educación Cultura.
Gobierno de Extremadura. España.
PRINCIPIOS EDUCATIVOS PARA LA ESCUELA INCLUSIVA DEL SIGLO XXI
Los siguientes principios educativos para la
escuela inclusiva del siglo XXI, tienen la pretensión de hacer reflexionar
sobre la necesidad de adecuar nuestras escuelas a las evidencias científicas y
a las necesidades educativas de la sociedad actual, además de ofrecer una
alternativa más, como punto de partida, sobre la organización y el
funcionamiento de los centros.
1.- Principio del
aprendizaje para todos. (La escuela como comunidad de aprendizaje)
La escuela inclusiva debe tomar en consideración y
conocer las lecciones que nos ha proporcionado tanto la ciencia como la
práctica de la organización escolar. Pues si es importante conocer lo que nos
ha aportado la investigación científica, no menos importantes son los
aprendizajes que cada escuela ha logrado fruto de su propia historia y
experiencia, como elementos esenciales para lograr que la institución se
convierta en una organización en la que todos aprenden.
Es decir se trata de lograr organizaciones
inteligentes y de aprendizaje para todos y no sólo para los alumnos.
2º Principio de
convivencia democrática e inclusión social. (Escuela como modelo de inclusión
social)
La escuela como organización y todos los miembros
de la comunidad educativa, profesores, instituciones, organizaciones, padres y
alumnos, deben ser siempre conscientes
de la responsabilidad que tienen para lograr la cohesión social, ya que el
clima del centro y del aula es el caldo de cultivo imprescindible para lograr
buenas escuelas para todos. Esta es una condición necesaria pero no suficiente,
pues además, se necesita dedicar atención a otras tareas muy importantes como
el proceso enseñanza aprendizaje, pero que sólo tendrán éxito y sentido si
existe el clima de convivencia adecuado.
En consecuencia, las bases sobre la que deben
construirse las relaciones dentro de la institución escolar deben ser la
interculturalidad, cada vez más presente en nuestras sociedad, y el respeto a
los derechos humanos de todos y cada uno de sus miembros, en una relación de
igualdad donde las normas se basen en la ética de las organizaciones como forma
de permitir, a cada miembro, un desarrollo integral en armonía consigo mismo y
con el contexto.
3º Principio de
trabajo cooperativo e implicación. (Escuela donde todos colaboran y se
implican)
El trabajo en equipo y la colaboración son la base
de una organización eficaz, que permitirá a todos sus miembros sentirse parte
de la institución, estar comprometidos con los objetivos comunes, controlar las
incertidumbres y encontrar el apoyo necesario siempre que se necesite para
compartir inquietudes, fracasos y éxitos. Lo cual nos permitirá tener siempre
el respaldo suficiente para no dudar de los propósitos compartidos y que
finalmente nos proporcionarán satisfacción, logros profesionales y personales
como miembros de la institución.
En la organización escolar todos son importantes y
pueden aportar algo, por tanto la participación debe ser el punto de encuentro
para compartir y reconocer el valor del saber y de hacer realidad el
conocimiento compartido.
4º Principio de
proactividad. (Escuela anticipadora y basada en proyectos)
La organización escolar debe basar su
funcionamiento en los proyectos institucionales democráticamente establecidos,
que deben ser realistas, conocidos, compartidos y contar con el compromiso de
todos para su logro. Por tanto, entendemos la organización proactiva como
aquella que actúa y basa su funcionamiento en planes y proyectos adaptativos en
función de los objetivos de la institución, de las necesidades y demandas de
los miembros de la comunidad en cada momento que tratan de prevenir y actuar
del modo más adecuado ante futuro.
La planificación debe marcar la pauta de actuación,
más allá de situaciones concretas que puedan surgir, ya que lo importante no
debe ser improvisado, según las circunstancias de cada momento o por la
iniciativa personal, sino que debemos saber siempre a dónde nos dirigimos para
actuar con principios y criterios que nos ayuden a caminar en la dirección
correcta.
5º Principio de
mejora permanente. (Escuela inconformista con sus resultados)
La escuela debe tener siempre conocimiento del
nivel de desarrollo de sus planes y proyectos, y si todos sus miembros están
logrando sus objetivos, tanto a nivel individual como colectivo; en definitiva
debemos hacer seguimiento y revisiones periódicas de los propósitos para ir
tomando las medidas que sean precisas en cada momento.
Para ello la evaluación, entendida como proceso de
regulación constante de las acciones planificadas, debe proporcionarnos
información relevante para la toma de decisiones en un proceso cíclico, tanto
para la aplicación como para el desarrollo de planes de mejora. De un modo muy
especial debe tomarse como eje de la mejora el aprendizaje del alumnado, el
cual será el indicador final del éxito educativo de la institución.
6º Principio de
autonomía y liderazgo distributivo (Escuela de roles compartidos)
La organización escolar inclusiva del futuro debe
basarse en relaciones de igualdad entre sus miembros y la distribución del
liderazgo en los diferentes proyectos y responsabilidades que se ejercen en un
centro. De tal modo que ya no puede entenderse que todo deba ser gestionado por
los órganos de dirección, sino que debemos pasar del modelo de gestión del
centro a un modelo de liderazgo distribuido y para el aprendizaje. Es decir:
pasar del simple reparto de tareas a un funcionamiento basado en la interacción
constante y en el desarrollo de comunidades de aprendizaje profesional. Y todo ello alcanzará más importancia en la
medida en la que la escuela alcance un mayor grado de autonomía.
7º Principio de
adaptación al cambio permanente. (Escuela en permanente transformación)
Los profesionales de la educación deben hacerse
expertos en el proceso de cambio ya que la escuela debe ser el centro del
cambio y la mejora (FULLAN, M. 1994) y los profesores deben ser sus agentes.
La sociedad actual y del futuro tiene, y tendrá,
como característica fundamental estar sometida a grandes y constantes cambios,
por tanto la escuela como organización vivirá sometida a la incertidumbre del
cambio y la innovación constante, para mantener sus objetivos y actuaciones de
acuerdo a las necesidades que surjan en cada momento.
8º Principio de
calidad, excelencia y altas expectativas para todos. (Escuela que espera y
consigue lo mejor de todos)
La organización escolar inclusiva, en una sociedad
democrática, tiene que buscar la excelencia no solo en los resultados de todo
su alumnado y su desarrollo integral, sino también en todos los proyectos y
procesos que se desarrollen en torno a ella.
La calidad, la equidad y la inclusión deben ser la
exigencia mínima, además de marcar el rumbo de nuestras actuaciones, como
medios para alcanzar la excelencia en la educación de todos, sin que pueda
darse ninguna discriminación por razones de raza, creencias, cultura, etc.
9º Principio de
conexión y apertura. (Escuela transformadora de la sociedad)
La escuela inclusiva ha de ser una organización
viva, abierta a la sociedad y a su contexto, en el doble sentido de tratar de
influir en él, tanto como de recibir la participación y el influjo de las
organizaciones e instituciones de su entorno, para lograr la transformación
mutua sociedad-escuela. Los aprendizajes formales, no formales e informales
deben ser integrados para lograr la conexión de los aprendizajes escolares con
los necesarios para la vida.
La escuela inclusiva del futuro no se pueden
concebir como entes aislados, con vida independiente, cajas negras, sino que
deben estar en comunicación con otras instituciones para compartir
experiencias, aprender en cooperación, desarrollando proyectos comunes, etc.
Todo ello aprovechando, además, las posibilidades que nos ofrecen las nuevas
tecnologías de la comunicación y la información como una nueva herramienta y
concepción del aprendizaje. Pues el conocimiento del futuro lo tendremos que
construir a partir de informaciones en permanente interacción, evolución y
cambio, y sólo la interconexión y la actualización permanentes nos permitirán
avanzar y estar al día de lo que necesitamos saber.
10º Principio de
participación e implicación de la comunidad educativa.
Para garantizar el principio de conexión y
apertura, la escuela debe crear espacios para la participación en pie de
igualdad de todos los miembros de la comunidad educativa, y de todas aquellas instituciones, públicas o
privadas, asociaciones y demás agentes sociales que puedan aportar sus
experiencias y conocimientos a la construcción de una verdadera comunidad de
aprendizaje.
Los espacios y procedimientos de participación en
la vida de los centros educativos, deben superar el mero formalismo de los
órganos y estructuras de participación para encontrar formas más sencillas, más
dinámicas, más adecuadas a las necesidades y posibilidades de una escuela que
se abre sin complejos a la presencia y la participación de diferentes agentes y
colaboradores.