EDUCACIÓN INCLUSIVA "METODOLOGÍA DEL AULA"
Dar
respuesta a la diversidad significa romper con el esquema tradicional en el que
todos los niños y niñas hacen lo mismo, en el mismo momento, de la misma forma
y con los mismos materiales. En este sentido, además del diseño de materiales
diversos teniendo en cuenta las características de los diferentes alumnos, es
necesario considerar diferentes modalidades de agrupamiento de alumnos
(individual, pequeño o gran grupo) que permita la puesta en práctica de
metodologías variadas (enseñanza tutorada, colaborativa o cooperativa), así
como la flexibilización de los grupos y tiempos. Así, por ejemplo, ¿por qué han
de durar todas las sesiones lo mismo? Sería conveniente diversificar los
tiempos dependiendo del tipo de actividad, del tamaño de grupo, el nivel de los
alumnos, etc.
En
definitiva, se puede constatar que cualquier metodología que se planifique con
la intención de atender a la diversidad tendría que ser variada en función de
las capacidades, los intereses, las actitudes y la respuesta de grupo.
La diversidad no requiere una respuesta específica sino una mejora de las prácticas de clase |
La flexibilidad
se refiere, a la forma en que se agrupan los alumnos, a la distribución espacial del aula que ha de
planificarse en previsión de la diversidad de alumnos, posibilitando el trabajo
en diferentes tipos de agrupamientos en función de nuestros objetivos.
Para aplicar
la flexibilidad se debe de tener presente lo siguiente:
- Variedad en las actividades y tareas, dando la oportunidad, en la medida de lo posible, de elegir entre ellas. Estas actividades no tienen que ser siempre las mismas ni idénticas para todos los alumnos, favoreciendo de este modo la diversificación.
- Diferenciación en el estudio de temas o en parte de los mismos, con distintos niveles de realización. El docente deberá propiciar la realización del trabajo independiente por parte de los grupos o de cada alumno para favorecer asimismo el desarrollo individual.
- Distribución del tiempo del docente entre subgrupos de alumnos/as. Para que esto se pueda llevar a cabo se requiere que el trabajo esté previamente estructurado. Las tareas simultáneas permiten al docente repartir su tiempo y atender a las diferencias dentro de su clase.
- Distribución de alumnos y alumnas para trabajos en pequeños grupos, que pueden versar sobre distintos temas o partes de la misma unidad, permitiendo también la diversificación.
Agrupar a los
alumnos en función de nuestros objetivos.
Las actividades pueden
organizarse atendiendo a dos criterios. Por un lado, atendiendo al número de alumnos, de forma que se
pueden proponer actividades para su realización individual, en pequeño grupo y
en gran grupo. Por otro lado, en función
de la actividad. En relación con este aspecto se cuenta con diferentes
formas de configurar grupos de trabajo.
- Los grupos heterogéneos son una forma de agrupamiento que consiste en crear equipos en los que haya estudiantes con diferentes capacidades, desde aprendices a expertos en un tema específico, o con diferentes niveles de habilidad. Estos equipos pueden realizar tareas en común, de tal manera que aprenden a organizarse, compartir conocimientos y capacidades y llegar a un buen resultado común.
- Los agrupamientos flexibles consisten en realizar diferentes grupos dentro de la misma aula, en función de la actividad que se proponga (por ejemplo taller de cocina, cerámica, prensa, jardinería, reciclado) y de las afinidades que los alumnos tengan. De esta forma, una conferencia, una clase magistral o la orientación de un trabajo pueden darse en grandes grupos, seguidas de tareas individuales, investigación en laboratorio, trabajo de biblioteca o de actividades en pequeños grupos para desarrollar la unidad didáctica iniciada con la actividad de gran grupo.
Hay que tener en cuenta las diversas formas de agrupamiento en función de los objetivos. |
En los agrupamientos flexibles
los alumnos se relacionan y, además, trabajan a su propio ritmo de aprendizaje,
así los alumnos se juntan para realizar una actividad determinada sin necesidad
de pertenecer a un mismo nivel educativo. De esta forma se favorecen la
comunicación y las relaciones interpersonales, lo que genera un clima de
participación que facilita dinámicas de trabajo dentro del mismo grupo.
Los grupos interactivos. Los grupos interactivos son agrupaciones
heterogéneas donde más de un adulto dinamiza el trabajo del alumnado. Estos
adultos pueden ser profesores, o profesionales de otros ámbitos, o voluntarios
(alumnos de prácticas, padres...). Estos grupos estarán compuestos por cuatro o
cinco alumnos o alumnas heterogéneos, tanto en género como a nivel de
aprendizaje u origen cultural. La composición de los miembros de cada grupo es
totalmente flexible y puede variar cada día, pero es importante asegurar la
heterogeneidad de los mismos.
¿Cómo se organizan y se llevan a
cabo?
Pueden organizarse dividiendo el tiempo total de la clase en cuatro
tiempos de, por ejemplo, veinte minutos cada una y el aprendizaje a realizar se
dividirá también en cuatro tipos de actividades. Por ejemplo, si se trabaja la
lectoescritura puede dividirse en lenguaje escrito, oral, lectura y otra
actividad de carácter más lúdico. Así cada grupo (en este caso serían cuatro grupos) va
cambiando de mesa, de tutor y de actividad cada veinte minutos, lo cual
enriquece sus interacciones. Si bien las actividades de cada grupo son
diferentes, tienen que mantener una relación entre ellas bajo una temática
común.
El profesor responsable del aula es quien programa las actividades didácticas con relación a unos objetivos curriculares, dinamiza la sesión y coordina los tiempos. El papel del voluntario es potenciar el trabajo en grupo y la ayuda mutua entre el alumnado.
El profesor responsable del aula es quien programa las actividades didácticas con relación a unos objetivos curriculares, dinamiza la sesión y coordina los tiempos. El papel del voluntario es potenciar el trabajo en grupo y la ayuda mutua entre el alumnado.
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