jueves, 5 de junio de 2014

PRINCIPIOS PARA UNA ESCUELA INCLUSIVA EN EL SIGLO XXI  
Escrito por Pedro Navareño Pinadero       
Inspector de Educación. Cáceres

Consejería de Educación Cultura. Gobierno de Extremadura. España.

PRINCIPIOS EDUCATIVOS PARA LA ESCUELA INCLUSIVA DEL SIGLO XXI
Los siguientes principios educativos para la escuela inclusiva del siglo XXI, tienen la pretensión de hacer reflexionar sobre la necesidad de adecuar nuestras escuelas a las evidencias científicas y a las necesidades educativas de la sociedad actual, además de ofrecer una alternativa más, como punto de partida, sobre la organización y el funcionamiento de los centros.
1.- Principio del aprendizaje para todos. (La escuela como comunidad de aprendizaje)
La escuela inclusiva debe tomar en consideración y conocer las lecciones que nos ha proporcionado tanto la ciencia como la práctica de la organización escolar. Pues si es importante conocer lo que nos ha aportado la investigación científica, no menos importantes son los aprendizajes que cada escuela ha logrado fruto de su propia historia y experiencia, como elementos esenciales para lograr que la institución se convierta en una organización en la que todos aprenden.
Es decir se trata de lograr organizaciones inteligentes y de aprendizaje para todos y no sólo para los alumnos.
 2º Principio de convivencia democrática e inclusión social. (Escuela como modelo de inclusión social)
La escuela como organización y todos los miembros de la comunidad educativa, profesores, instituciones, organizaciones, padres y alumnos,  deben ser siempre conscientes de la responsabilidad que tienen para lograr la cohesión social, ya que el clima del centro y del aula es el caldo de cultivo imprescindible para lograr buenas escuelas para todos. Esta es una condición necesaria pero no suficiente, pues además, se necesita dedicar atención a otras tareas muy importantes como el proceso enseñanza aprendizaje, pero que sólo tendrán éxito y sentido si existe el clima de convivencia adecuado.
En consecuencia, las bases sobre la que deben construirse las relaciones dentro de la institución escolar deben ser la interculturalidad, cada vez más presente en nuestras sociedad, y el respeto a los derechos humanos de todos y cada uno de sus miembros, en una relación de igualdad donde las normas se basen en la ética de las organizaciones como forma de permitir, a cada miembro, un desarrollo integral en armonía consigo mismo y con el contexto.
 3º Principio de trabajo cooperativo e implicación. (Escuela donde todos colaboran y se implican)
 El trabajo en equipo y la colaboración son la base de una organización eficaz, que permitirá a todos sus miembros sentirse parte de la institución, estar comprometidos con los objetivos comunes, controlar las incertidumbres y encontrar el apoyo necesario siempre que se necesite para compartir inquietudes, fracasos y éxitos. Lo cual nos permitirá tener siempre el respaldo suficiente para no dudar de los propósitos compartidos y que finalmente nos proporcionarán satisfacción, logros profesionales y personales como miembros de la institución.
En la organización escolar todos son importantes y pueden aportar algo, por tanto la participación debe ser el punto de encuentro para compartir y reconocer el valor del saber y de hacer realidad el conocimiento compartido.
 4º Principio de proactividad. (Escuela anticipadora y basada en proyectos)
La organización escolar debe basar su funcionamiento en los proyectos institucionales democráticamente establecidos, que deben ser realistas, conocidos, compartidos y contar con el compromiso de todos para su logro. Por tanto, entendemos la organización proactiva como aquella que actúa y basa su funcionamiento en planes y proyectos adaptativos en función de los objetivos de la institución, de las necesidades y demandas de los miembros de la comunidad en cada momento que tratan de prevenir y actuar del modo más adecuado ante futuro.
La planificación debe marcar la pauta de actuación, más allá de situaciones concretas que puedan surgir, ya que lo importante no debe ser improvisado, según las circunstancias de cada momento o por la iniciativa personal, sino que debemos saber siempre a dónde nos dirigimos para actuar con principios y criterios que nos ayuden a caminar en la dirección correcta.
 5º Principio de mejora permanente. (Escuela inconformista con sus resultados)
La escuela debe tener siempre conocimiento del nivel de desarrollo de sus planes y proyectos, y si todos sus miembros están logrando sus objetivos, tanto a nivel individual como colectivo; en definitiva debemos hacer seguimiento y revisiones periódicas de los propósitos para ir tomando las medidas que sean precisas en cada momento.
Para ello la evaluación, entendida como proceso de regulación constante de las acciones planificadas, debe proporcionarnos información relevante para la toma de decisiones en un proceso cíclico, tanto para la aplicación como para el desarrollo de planes de mejora. De un modo muy especial debe tomarse como eje de la mejora el aprendizaje del alumnado, el cual será el indicador final del éxito educativo  de la institución.
 6º Principio de autonomía y liderazgo distributivo (Escuela de roles compartidos)
La organización escolar inclusiva del futuro debe basarse en relaciones de igualdad entre sus miembros y la distribución del liderazgo en los diferentes proyectos y responsabilidades que se ejercen en un centro. De tal modo que ya no puede entenderse que todo deba ser gestionado por los órganos de dirección, sino que debemos pasar del modelo de gestión del centro a un modelo de liderazgo distribuido y para el aprendizaje. Es decir: pasar del simple reparto de tareas a un funcionamiento basado en la interacción constante y en el desarrollo de comunidades de aprendizaje profesional.  Y todo ello alcanzará más importancia en la medida en la que la escuela alcance un mayor grado de autonomía.
 7º Principio de adaptación al cambio permanente. (Escuela en permanente transformación)
Los profesionales de la educación deben hacerse expertos en el proceso de cambio ya que la escuela debe ser el centro del cambio y la mejora (FULLAN, M. 1994) y los profesores deben ser sus agentes.
La sociedad actual y del futuro tiene, y tendrá, como característica fundamental estar sometida a grandes y constantes cambios, por tanto la escuela como organización vivirá sometida a la incertidumbre del cambio y la innovación constante, para mantener sus objetivos y actuaciones de acuerdo a las necesidades que surjan en cada momento.
 8º Principio de calidad, excelencia y altas expectativas para todos. (Escuela que espera y consigue lo mejor de todos)
La organización escolar inclusiva, en una sociedad democrática, tiene que buscar la excelencia no solo en los resultados de todo su alumnado y su desarrollo integral, sino también en todos los proyectos y procesos que se desarrollen en torno a ella.
La calidad, la equidad y la inclusión deben ser la exigencia mínima, además de marcar el rumbo de nuestras actuaciones, como medios para alcanzar la excelencia en la educación de todos, sin que pueda darse ninguna discriminación por razones de raza, creencias, cultura, etc.
 9º Principio de conexión y apertura. (Escuela transformadora de la sociedad)
La escuela inclusiva ha de ser una organización viva, abierta a la sociedad y a su contexto, en el doble sentido de tratar de influir en él, tanto como de recibir la participación y el influjo de las organizaciones e instituciones de su entorno, para lograr la transformación mutua sociedad-escuela. Los aprendizajes formales, no formales e informales deben ser integrados para lograr la conexión de los aprendizajes escolares con los necesarios para la vida.
La escuela inclusiva del futuro no se pueden concebir como entes aislados, con vida independiente, cajas negras, sino que deben estar en comunicación con otras instituciones para compartir experiencias, aprender en cooperación, desarrollando proyectos comunes, etc. Todo ello aprovechando, además, las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación y la información como una nueva herramienta y concepción del aprendizaje. Pues el conocimiento del futuro lo tendremos que construir a partir de informaciones en permanente interacción, evolución y cambio, y sólo la interconexión y la actualización permanentes nos permitirán avanzar y estar al día de lo que necesitamos saber.
 10º Principio de participación e implicación de la comunidad educativa.
Para garantizar el principio de conexión y apertura, la escuela debe crear espacios para la participación en pie de igualdad de todos los miembros de la comunidad educativa,  y de todas aquellas instituciones, públicas o privadas, asociaciones y demás agentes sociales que puedan aportar sus experiencias y conocimientos a la construcción de una verdadera comunidad de aprendizaje.
Los espacios y procedimientos de participación en la vida de los centros educativos, deben superar el mero formalismo de los órganos y estructuras de participación para encontrar formas más sencillas, más dinámicas, más adecuadas a las necesidades y posibilidades de una escuela que se abre sin complejos a la presencia y la participación de diferentes agentes y colaboradores.


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